Después del Mundial del 98, con Azzurra. Trabajaba en una inmobiliaria y con el furor del Mundial empezamos a jugar en fútbol 5. Mi viejo empezó a trabajar en Movicom y organizamos un partido entre los de Movicom y los de la inmobiliaria acá en Muni. Y el colaborador de Charly en ese entonces nos preguntó si queríamos jugar el torneo y le dijimos que sí y en esa semana arrancamos con el torneo. Fue en Octubre de 1998. Éramos un equipo que empezó a jugar sin nombre y cuando nos preguntaron por él, nos pusimos a pensar y como nuestra camiseta era la de Italia del 90 surgió la idea de ponerle Azzurra porque también conocíamos un equipo de Ciudad Universitaria que se llamaba así y que todavía existe.
¿Quiénes quedaron de los originales?
Matías Labadens y yo y después otro histórico que arrancó un año después de la creación es Sergio Ortíz.
¿Cómo arrancaste como colaborador del torneo?
Yo jugaba siempre con Azzurra los lunes o los miércoles y como salí goleador varias veces, algunos equipos de la A me invitaron a jugar: Tohuel Old Boys y Rancho, y al final terminé jugando en Rancho. Entonces comencé a venir los domingos a las 6 o 7, jugaba como a las 9 y después me quedaba haciendo tercer tiempo, y como estaba mucho en el predio empecé a conocer mucho el torneo, la cocina y la gente. Como a Charly lo conozco hace bastante cuando le quedó un hueco como colaborador, me lo ofreció y acepté. Esto fue hace cinco años.
¿Te gusta trabajar acá?
Es complicado. El trabajo me gusta, lo que no me gusta es llevar las dos funciones, la de colaborador y la de jugador, sobre todo en Azzurra porque en la A yo lo vivo muy intensamente. En la semana es más tranquilo excepto con algunos equipos nuevos que se fastidian, pero después me gusta todo.
Todo recae siempre en la organización, por más que no sea la culpa…
Si, siempre. Pero eso también me ayudó a estar de este lado, porque yo era igual que todos y me quejaba, pero me di cuenta que no es tan así. Cuando se la agarran con nosotros y me dicen que le mandamos un arbitro bombeado te da un poco de bronca, porque lo que más quiere uno de este lado es que la jornada empiece y termine tranquila, que no haya ningún problema y si pudiesen terminar todos 0 a 0 y sin amonestados, mejor.
¿Qué es lo que más disfrutas?
Estar mucho tiempo acá, la gente, laburar del fútbol, mirando partidos. El clima también está bueno. Pero también es muy agotador, muy estresante porque encima vas a contramano de todo el mundo: cuando mis amigos están libres, yo estoy trabajando y cuando yo estoy libre, ellos trabajan, al igual que mi mujer.
¿Cuánto tiempo estás en las canchas?
El día más crudo es el domingo que arrancamos a las 9 de la mañana y terminamos la jornada a las 12 y media de la noche y entre que juega Azzurra, nos bañamos y cierro la fecha me quedo hasta las 3 de la mañana: 18 horas adentro del predio. Los sábados estoy 6 horas y los lunes y miércoles 4 horas o un poco más. El fin de semana básicamente entro el sábado a las 6 de la tarde y me voy el lunes a las 3 de la mañana, porque la noche del sábado la cierro tarde y vengo muy temprano del domingo.
¿Y en tu casa?
En casa también trabajo: hago la programación y colaboro con la revista. Y ni hablar con el teléfono, porque hay 120 equipos en el torneo, por 10 jugadores cada uno, son 1200 personas y más o menos la mitad tiene mi número, y la mitad siempre me llama por una consulta o por un cambio de horario, entonces hay días que recibo 100 llamados. Me han llegado a llamar a las 3 de la mañana, me mandaron mensaje de texto a las 4 para avisarme que al otro día no iban a jugar.
Tenés ganas de insultarlos de arriba abajo.
Si, pero me acostumbré.
¿Qué pensás cuando se quejan por un supuesto favoritismo a Azzurra?
En realidad, en la A tanto no se quejan ya, sacando algún equipo nuevo que al principio si dicen algo pero después se van curtiendo. El resto sabe que es al revés, o por lo menos que no nos favorecen ni nos perjudican y si tienen que tirar para algún lado nos van a perjudicar porque saben que con nosotros no van a tener problema. Más de una simple queja no pasa.
Mirás varios partidos de afuera.
Si, porque se armó un muy lindo grupo, somos 20 personas que pueden jugar, yo prácticamente desde que estamos en la A que no juego, porque tuve una lesión y después nunca pude ponerme al ritmo de lo que la A te pide. En la B puedo seguir jugando y de hecho sigo saliendo goleador, pero es otra cosa.
Además tenés buenos jugadores como Jonathan López adelante.
Al estar en el torneo fui conociendo jugadores y traje, a mi entender, sacando Frulalá y Chichiloca, el mejor plantel. Tengo a los mejores jugadores del torneo, como plantel, no como equipo. Sobre todo de mitad de cancha hacía adelante, porque están Ignacio Isola, de los mejores volantes del torneo; Patricio Garré, que hace banco en la primera de Tigre, juega en reserva, un pibe que vive del fútbol y tiene 19 años; Jony, que es de los mejores delanteros, y Masche (Diego D’angelo), que para mi gusto es, después de Jorge Rios, el mejor jugador del torneo, un jugador que no luce tanto a veces, pero nunca pierde la pelota, siempre está bien parado, es tranquilo para definir, es un crack. Perdemos muchísimo sin él, fue una gran macana. Perdemos mucho la ilusión de llegar a las finales con todo el equipo al 100 por ciento. Nuestro objetivo es salir campeón pero si no, no podemos bajar de los cuatro primeros puestos. Es una lástima lo que pasó con Masche. Por suerte tenemos un gran banco y jugadores de sobra: están Agustín Mendoza, Matías Pena y Pichu (Franco Schiavone) también. Y de la mitad para abajo tengo a la mayoría de los históricos que no tienen tanto fútbol pero que te matan si te metés con Azzurra, nadie quiere chocar con Emi (Fernandez), o tirarsele al piso a Vico (Jorge Violín) o a Sergio (Ortiz) y esto con el plus del fútbol de Gonzalito (García) más el quite de Dani (Geraige) deberían poder permitirme armar un equipo bastante equilibrado en no mucho tiempo. Y ni hablar de que tengo a uno de los mejores arqueros del campeonato.
¿Cuánto pierde el torneo con las bajas de los equipos históricos?
A nivel historia se pierde, pero a nivel fútbol todo lo contrario, se gana, porque este último Echunchovi, por ejemplo, era un equipo que no estaba para aguantar 15 fechas y entonces regalaba la mitad de la clasificación. Clasificaba igual y después era un equipo difícil de enfrentar si estaban los ocho titulares. Como La Base, que es un equipo de mitad de tabla pero no te lo cruces en octavos de final porque son duros y tienen gente con mucha experiencia como el Guacho (Maximiliano Federico), Sebastián Contreras, Pablo Iglesias, que te matan. Eso se pierde con la ida de Echunchovi y Incubus y este Cicatriz, pero el torneo tiene nuevos como La Piedra, Cunita que tienen más nivel y más proyección.
¿Cómo fue el partido contra Tohuel Old Boys? (Azzurra ganó 3 a 2)
Malo, muy malo. Ganamos pero nos pudieron haber empatado sobre el final. Empezó muy tranquilo y después lo emparejaron. Sacamos una diferencia de dos y estábamos dominando pero hicimos cuatro cambios y modificó todo. No importa si el que entra es mejor o peor, pero cuando hacés cuatro cambios, si o si el equipo produce un cambio, para bien o para mal y eso pasó contra Tohuel: entraron cuatro sin el ritmo del partido y nos metieron en un arco. Estamos pasando una época con un poco de egoísmo adelante y tenemos que mejorar para las finales.
Ping Pong:
Un equipo de Mundogol: Frulalá
Jugadores por puesto: Arqueros: Ignacio Cuneo de La Piedra o el Matías Labadens de Azzurra Defensores: Pablo Paterno de Frulalá y el Melli Mosquera de Chichiloca Volante: Ignacio Isola de Azzurra, Jorge Ríos y Marcelo Vega, de Frulala, Delanteros: Patricio Garré y Jonathan López de Azzurra
Una Formación: 2-4-1
Un Estilo: Contra-ataque, aunque Azzurra es más atacante
Un gol tuyo: Jugando para La Base, dejamos afuera a Chichiloca, el candidato máximo. 3 a 0 en cuartos de final. Hice el primero de tiro libre de 25 metros. La clave a un ángulo. El más lindo que vi acá.
Un equipo argentino: ninguno
Un equipo internacional: Barcelona
Un jugador argentino: Verón
Un jugador internacional: Iniesta
Un técnico para la selección: Bielsa
Por Nicolás Etcheverrito